RELACIONES EN LOS ECOSISTEMAS
LAS RELACIONES QUE SE DAN ENTRE LOS COMPONENTES de un ecosistema influyen en su funcionamiento y equilibrio. Cualquier alteración que se produzca en estos componentes, perturba el funcionamiento o la dinámica de todo el ecosistema.
• LA DINÁMICA DE UN ECOSISTEMA
Recuerda que en todos los ecosistemas hay organismos (plantas, animales, microorganismos), una serie de condiciones ambientales (temperatura, humedad, presión atmosférica, etc.) y un conjunto de sustancias inorgánicas y orgánicas (suelo, agua, humus). Todos estos elementos que conforman un ecosistema se denominan factores.
Los factores pueden ser bióticos o abióticos. Los factores bióticos corresponden a los organismos vivos; los factores abióticos están integrados por las condiciones ambientales y el conjunto de sustancias inorgánicas y orgánicas.
Entre los factores de un ecosistema se establecen relaciones o interacciones, que permiten el funcionamiento o dinámica de un ecosistema, de tal forma que éste se pueda autoconservar y autorregular.
Las relaciones que se establecen en un ecosistema pueden ser:
• Intraespecíficas. Se dan entre los miembros de una misma población (fig. 1).
• Interespecíficas. Se dan entre los miembros de una comunidad
(fig. 2).
• Energéticas. Se dan gracias a la circulación de energía desde los autótrofos hacia los heterótrofos.
• Por flujo de materia. Se dan gracias al recorrido de materiales que describen ciclos desde el ambiente abiótico hacia el biótico para volver al abiótico.
• relaciones intraespecíficas
Las relaciones intraespecíficas son aquellas que se dan entre seres de una misma especie. Estas relaciones pueden tener varios fines, como la nutrición, la reproducción o la protección.
La competencia, la territorialidad y el gregarismo, corresponden a ejemplos de relaciones intraespecíficas.
competencia
Los miembros de una población comparten prácticamente el mismo nicho, es decir, poseen las mismas características ecológicas como el tipo de alimentación, la forma de reproducción, el habitat, la relación con otras especies, el comportamiento, etc. Por tanto, necesitan compartir los mismos recursos. De esta manera, se establece una relación de competencia para obtener dichos recursos. Así por ejemplo, dos pájaros pueden disputar el mismo lugar para construir el nido, o dos ciervos machos pueden competir por una hembra.
territorialidad
Generalmente los animales de una misma especie usan una zona particular de su habitat para alimentarse y procrear, llamada territorio.
La territorialidad es la conducta que adopta un individuo para defender su territorio. Así, por ejemplo, los zorros y los perros marcan con orina los límites de su territorio, para avisar a otros que ya tiene dueño; así, si alguno se atreve a cruzarlo, será atacado. Lo mismo hace el petirrojo, que canta y muestra el color rojo de su pecho para proteger su territorio. En general, todos los pájaros cuando cantan, están marcando su territorio. La territorialidad es un mecanismo que evita que en un mismo lugar haya más individuos de los que allí pueden vivir.
gregarismo
Hay animales, como el lobo, que obtienen ventajas al vivir en grupos. Así, para poder cazar, entre todos rodean la presa hasta capturarla. Estas son poblaciones gregarias. El gregarismo, es un mecanismo que ayuda a la supervivencia de un grupo. Por ejemplo, entre los lobos puede haber un líder o jefe de la manada, quien toma las decisiones. Este liderazgo lo aceptan los demás miembros del grupo, evitando así peleas innecesarias entre ellos.
• relaciones interespecíficas
En un ecosistema siempre se encuentran grupos de seres de diferentes especies, que se relacionan entre sí dando lugar a una comunidad.
Las relaciones entre seres de diferente especie, se denominan relaciones interespecíficas. En cualquier situación en que una especie interactúa con otra, una de ellas, o ambas, modificará su crecimiento. Cuando una especie se beneficia al relacionarse con otra, su población aumenta. En la situación contraria, la población puede disminuir y en algunos casos extinguirse.
relaciones interespecíficas con beneficio mutuo
Podemos citar la cooperación y el mutualismo.
• En la cooperación ambas especies se benefician. Son muchos los casos de cooperación que hay en la naturaleza: ciertas flores son polinizadas por los insectos; algunas aves dispersan las semillas; las hormigas alimentan a los pulgones y obtienen de éstos una sustancia azucarada.
- En el mutualismo, la relación entre las especies es tan necesaria que éstas no pueden vivir separadas. Es el caso del liquen (fig. 5) el cual se forma por la asociación de ciertos hongos y algas: los hongos absorben agua y minerales, que las algas aprovechan luego para fabricar el alimento.
relaciones interespecíficas
con beneficio de una sola especie
• En la depredación (fig. 6) una especie ataca y mata a otra de la que se alimenta, como sucede con el halcón y el pato. El halcón es el depredador y el pato es la presa.
Aunque la depredación disminuye la población de la especie presa, opera como un método de control de calidad ya que los individuos que elimina son generalmente los enfermos o los más débiles.
• En el parasitismo una especie se alimenta de otra, sin causarle la muerte. Es el caso de la pulga y el perro. La pulga es el parásito y el perro el hospedero o huésped.
• relaciones de energía
La energía utilizada por los ecosistemas proviene del sol. Los seres autótrofos transforman la energía solar en energía química mediante el proceso de la fotosíntesis. La energía producida en la fotosíntesis es incorporada a la comunidad por medio de las cadenas alimentarias que se establecen entre los niveles tróficos.
cadena alimentaria
Recuerda que el primer nivel trófico de una cadena alimentaria está ocupado por los productores; el segundo nivel trófico lo ocupan los consumidores primarios o animales herbívoros; el tercer nivel trófico lo ocupan los consumidores secundarios o animales carnívoros y así sucesivamente. Los descomponedores actúan en cualquier nivel trófico de los que conforman una cadena alimentaria.
Las cadenas alimentarias se interrelacionan y forman las tramas alimentarias.
pirámides tróficas
Las interacciones alimentarias se representan a través de las pirámides tróficas, que muestran gráficamente las relaciones entre los diferentes organismos. Se utilizan tres tipos generales de pirámides tróficas: pirámide de número, pirámide de energía y pirámide de biomasa (fig. 7).
• Pirámide de número. Muestra el número de individuos por unidad de área que se encuentran en los sucesivos niveles tróficos.
• Pirámide de energía. Representa la cantidad de energía que se traspasa de un nivel trófico a otro.
• Pirámide de biomasa. Muestra el peso total de la materia viva o biomasa, en cada uno de los diferentes niveles tróficos.
• relaciones por flujo de materia
El flujo de materia en los ecosistemas también comienza con los seres autótrofos, que producen, por medio de la fotosíntesis, la materia orgánica que requieren todos los organismos del ecosistema. Los organismos fotosintéticos transforman la materia inorgánica en materia orgánica.
La materia de los ecosistemas, a diferencia de la energía, se recicla por medio de los ciclos biogeoquímicos.
Un ciclo biogeoquímico corresponde al movimiento de sustancias inorgánicas como el agua, el carbono, el nitrógeno, el fósforo, el potasio, el azufre y el calcio, a través de componentes geológicos y biológicos del ecosistema.
* Los componentes geológicos son la atmósfera, la litosfera y la hidrosfera.
• Los componentes biológicos son los productores, los consumidores y los descomponedores.
Los principales ciclos biogeoquímicos son: el ciclo del agua, el ciclo del carbono, el ciclo del nitrógeno, el ciclo del fósforo y el ciclo del azufre.
El CICLO DEL AGUA
El agua desciende de las nubes en forma de lluvia, granizo o nieve y va a hacer parte de los océanos, lagos y ríos. Parte de esa agua se evapora y regresa directamente a la atmósfera. Otra parte es tomada por los seres vivos, los cuales la devuelven al medio mediante la respiración y la excreción. Esta agua retorna a la atmósfera y, entonces, el ciclo comienza de nuevo (fig. 8).
EL CICLO DEL CARBONO
El carbono es el principal elemento de la estructura de los seres vivos, porque constituye parte de sus tejidos. Se encuentra generalmente formando compuestos como carbohidratos, grasas, proteínas y ácidos nucleicos.
Las plantas absorben el dióxido de carbono del aire o del agua; durante la fotosíntesis lo transforman en compuestos orgánicos llamados azúcares, que los vegetales almacenan en sus tejidos. Cuando los animales se alimentan de las plantas, durante la digestión y la respiración celular, transforman los azúcares en dióxido de carbono y lo regresan al medio (fig. 9).
Las bacterias y los hongos se encargan de desintegrar vegetales o ani
males muertos y, de esta forma, devuelven a la atmósfera el carbono en
forma de dióxido de carbono.
EL CICLO DEL NITRÓGENO
El nitrógeno es un elemento abundante en la atmósfera y en el suelo, pero la mayoría de los organismos no pueden utilizarlo directamente; por tanto, es necesario que se convierta en compuestos simples mediante un ciclo en el que intervienen varios tipos de bacterias, hongos, plantas y animales.
El nitrógeno atmosférico es captado por las bacterias nitrificantes; éstas lo transforman en nitritos o nitratos y lo depositan en el suelo. Las plantas absorben los nitritos y los convierten en proteínas. Las proteínas vegetales pueden pasar a los animales por medio de la alimentación. Cuando las plantas y los animales mueren, las bacterias desnitrificantes reintegran el nitrógeno al suelo y a la atmósfera.
El CICLO DEL FÓSFORO
El fósforo es un elemento que se encuentra principalmente en la corteza terrestre, formando las llamadas rocas fosfatadas.
Estas rocas se desgastan y desintegran lentamente por la acción del agua, del viento y de los cambios climáticos. Así, las sales de fósforo, principalmente los fosfatos, se incorporan al suelo y se disuelven en el agua superficial que llega finalmente a los ríos, lagos y mares.
Los fosfatos disueltos en el agua son incorporados a las plantas, para ser utilizados en la síntesis de los ácidos nucleicos (ADN y ARN) y proteínas. Posteriormente, son transferidos a los consumidores.
Los restos orgánicos de estos seres son degradados por los descomponedores. La intervención de las bacterias fosfatizantes dejan libres los fosfatos, que retornan al suelo, con lo cual se completa el ciclo.
La mayor parte de los fosfatos del suelo son lavados por las aguas superficiales y llevados al mar en donde se sedimentan. Pequeñas cantidades de fosfatos retornan a la tierra a través de los peces extraídos del mar y de las aves que se alimentan de ellos. Los excrementos de las aves marinas (guano) son ricos depósitos de fósforo que se usan como fertilizantes.
EL CICLO DEL AZUFRE
El azufre es un elemento que hace parte de muchas proteínas y algunas vitaminas.
El azufre se halla a disposición de los seres vivos en el suelo, principalmente en forma de sulfato soluble.
Los sulfates son absorbidos por las raíces de las plantas y pasan a los animales por medio de los alimentos. Los restos de estos seres son reducidos por los descomponedores para formar un gas llamado sulfuro de hidrógeno (H2S), que es liberado a la atmósfera donde se convierte en dióxido de azufre (S02). Posteriormente, este compuesto se oxida y al disolverse en el agua de lluvia forma los ácidos sulfhídrico y sulfúrico. De esta manera, el azufre vuelve a las plantas y a los animales para comenzar un nuevo ciclo.